Diagnóstico participativo:
Cuidar y narrar la vida
Fecha: 21 de marzo 2024
Autoras: Aída Naxhielly Espíndola, Daniela Moctezuma / La Sandía Digital
Cuidar y narrar la vida es un diagnóstico participativo sobre las prácticas, retos y sueños de las mujeres diversas que comunican para la defensa de los territorios en México.
¿Qué significa ser defensora y comunicadora en contextos diversos?
¿Cuáles son, de manera específica, las dificultades que enfrentamos las mujeres comunicadoras y defensoras de los territorios?
¿Cuáles son las acciones que podemos implementar para garantizar que nuestra voz sea escuchada?
Con esas inquietudes en mente fue que a lo largo de los años 2022 y 2023 construimos y acompañamos un proceso de diagnóstico participativo centrado en el papel de las mujeres en la comunicación para la defensa del territorio, del cual nace nuestra nueva publicación Cuidar y Narrar la vida: Por una comunicación en defensa de nuestros cuerpos y las tierras. Este texto viene complementar nuestro primer diagnóstico participativo publicado hace cinco años y titulado Tejer las voces, defender la vida, en el cual reflexionábamos sobre la relevancia de la comunicación en los procesos de resistencia a la violencia extractiva.
Trabajamos con 7 grupos en los territorios de Cherán, Michoacán; Chihuahua, Chihuahua; Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo; Oaxaca de Juárez, Oaxaca; San Miguel Tzinacapan, Puebla y El Bejucal, Tabasco. Asimismo, se hicieron 4 juntanzas virtuales con compañeras que se dedican a diferentes ámbitos de la comunicación: fotógrafas, periodistas, audiovisualistas. Un total de 71 mujeres formaron parte de todo el proceso. En cada uno de los espacios construidos se estableció un diálogo con y entre las participantes –siempre priorizando su palabra en reconocimiento de su ser sujetas políticas–, para dar cuenta de las distintas problemáticas que han encontrado en su andar pero igualmente las respuestas que construyen colectivamente.
La principal conclusión del diagnóstico es que resulta innegable que las violencias patriarcales y racistas, así como el factor de clase, atraviesan de manera permanente su trabajo: tanto de manera interna como externa se replican prácticas, ideas y discursos que buscan menospreciar e invalidar lo que realizan como defensoras y comunicadoras pertenecientes, mayoritariamente, a distintas naciones originarias. Las consecuencias que esto tiene en sus –y nuestras– vidas y cuerpos son palpables, aunque los efectos también varían dependiendo de muchos factores como la posibilidad de acompañamiento y acuerpamiento con otras mujeres, las estrategias de cuidado que se tengan a la mano, así como el conocimiento mismo de nuestros derechos.
Es importante decir que, aunque el diagnóstico se trabajó mayoritariamente con organizaciones o colectivos de mujeres, las experiencias contadas sobre cómo se han relacionado con hombres en otros espacios o sus propias comunidades dejan en claro que no podemos ignorar cómo se construyen esas relaciones en una realidad cotidiana que no es separatista, ni busca serlo.
En organizaciones mixtas los cuestionamientos implican entonces un reto que debe ser abordado en conjunto para combatir las distintas formas de violencia que se reproducen y ponen en cuestionamiento la propia posición política de las integrantes que ya no están dispuestas a solapar a los compañeros de sus colectividades, medios ni pueblos, lo que lamentablemente todavía puede derivar en aislamiento y separación de los procesos.
¿Qué significa asumir una visión crítica de las violencias que se reproducen también en nuestras comunidades y espacios organizativos?
¿Cómo las nombramos sin que se nos siga señalando como «revoltosas» o que «afectaremos al movimiento»?
La publicación de este trabajo responde así al deseo de aportar algunas luces sobre todas esas interrogantes que sabemos existen en diferentes lugares, compartiendo las reflexiones surgidas a lo largo de estos meses de diálogos, dudas y búsqueda de posibilidades. Esperando con ello que les resuene algo –o mucho– de lo aquí vertido y se sientan acompañadas en el camino para la construcción de una comunicación que narre nuestras vidas desde la dignidad, la
esperanza y la alegría.
Porque frente al desasosiego, la violencia y el miedo, elegimos contar otras historias.
CRÉDITOS
Autoras: Aída Naxhielly Espíndola, Daniela Moctezuma
Apoyo en la implementación, creación y revisión de contenidos: Mónica Montalvo, Yetlanezi García, Marie-Pia Rieublanc
Asesoramiento: Eloisa Diez
Diseño y maquetación editorial: Erandi Adame
Ilustraciones: Guadalupe Alonso, Claudel Estrella
Coordinación editorial y del proyecto: Aída Naxhielly Espíndola
Este trabajo fue posible gracias al financiamiento de Fundación Heinrich Böll, Fondo de Acción Solidaria, A.C. (FASOL), Fondo Semillas y Brot für die Welt (Pan para el Mundo)